Por què no recordamos cuando éramos Bebés?? La ciencia lo explica..
Seguramente muchas veces os habéis hecho estas preguntas: ¿Cuándo
comenzamos a tener recuerdos de lo vivido? ¿Por qué no recordamos los
primeros años de vida? ¿Cómo puede un niño pequeño recordar cosas que
sucedieron ayer pero luego no tiene recuerdos de ese día una par de años
más tarde? Meses atrás, Armando nos comentaba
por qué nuestra memoria no empieza hasta que tenemos tres años, el curioso fenómeno que recibe el nombre de amnesia infantil.
Ahora vamos a complementar aquella explicación con las conclusiones
de una nueva investigación que ahonda en los argumentos científicos de
por qué no recordamos cuando éramos bebés.
El estudio, realizado con roedores, concluye que el gran número de
neuronas que se forman en los primeros años de vida, proceso conocido
como "neurogénesis", al producirse en cerebros todavía pequeños
"arruinan" los procesos encargados de generar recuerdos.
Dicho de otro modo, el tamaño del cerebro de un niño pequeño es aún
limitado para el proceso de generar nuevas células y almacenar recuerdos
a la vez, por lo que éste prioriza, sabiamente, lo primero.
La neurogénesis en los mamíferos tiene lugar durante toda la vida,
pero en los bebés de algunas especies, incluidos los humanos, se produce
a un ritmo mucho mayor. Este proceso es particularmente activo en el
hipocampo, parte del cerebro que se ocupa de los recuerdos y el
aprendizaje.
Las tasas extremadamente altas de neurogénesis observadas en cerebros
muy pequeños pueden aumentar el olvido. Estas nuevas neuronas podrían
ir desplazando a los viejos circuitos que tienen recuerdos.
A medida que el cerebro del niño va creciendo, estos dos procesos se
van ajustando hasta conseguir un equilibrio entre la producción de
nuevas neuronas y los recuerdos. Así, alrededor de los tres años
(algunos antes, otros después) el cerebro del niño comienza a guardar
vivencias en el cajón de los recuerdos.
Ratones bebés capaces de recordar
El estudio se realizó en ratones, por poseer una estructura cerebral
similar a la de los humanos. ¿Cómo lo hicieron? Primero, los científicos
generaron recuerdos en los ratones creando una asociación entre un
lugar y una suave descarga eléctrica. Luego se ajustaron las tasas de
neurogénesis de los animales y vieron lo que pasó con esos recuerdos más
adelante.
Al impulsar la neurogénesis en ratones adultos, observaron que tenían
mayor dificultad para recordar las cosas. Por el contrario, al frenar
la neurogénesis en ratones bebés, es decir frenar el nacimiento de
nuevas neuronas, consiguieron que fueran capaces de recordar.
Eliminaron así la amnesia infantil.
También experimentaron con otras dos especies de roedores que son más
maduros que los ratones al nacer: el conejillo de Indias y el degú, un
animal chileno, ambos con menores tasas de neurogénesis. Estas especies
no suelen experimentar amnesia infantil, pero cuando los investigadores
aumentaron artificialmente las tasas de neurogénesis en cobayos jóvenes y
degú, no podían aferrarse a los recuerdos.